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“Caminemos Valentina”, la historia silenciada de dos ex monjas que sufrieron abusos durante el noviciado

"Caminemos Valentina" se estrenó comercialmente este jueves / Foto: Prensa.

En una conmovedora odisea de dolor, resistencia y amor, la película Caminemos Valentina se sumerge en el oscuro mundo de los abusos que sufrieron dos ex monjas, Sandra Migliore y Valentina Rojas, cuando eran adolescentes y estaban en el noviciado de la congregación Hermanas Educacionistas Franciscanas de Cristo Rey en San Lorenzo, Santa Fe.

La película, dirigida por Alberto Lecchi, basa su guión en el libro de Sandra MiglioreRaza de Víboras, memorias de una novicia, no solo revela las atrocidades sufridas en el pasado, sino que también destaca la maravillosa historia de amor que ha florecido entre estas dos mujeres que han superado el dolor de su adolescencia para construir una vida juntas.

“El libro de Sandra me llega de la mano de Eliseo Subiela. Cuando lo leí por primera vez me pareció muy potente, pero no veía realmente una película, ya que me preguntaba cómo salir de lo escabroso del tema, me parecía muy difícil. Muchos meses después, suena mi celular y Sandra me dice que está esperando mi devolución. En ese momento me encuentro con el productor Luis Sator y me dijo, vamos a verla. Cuando llegamos, ella no estaba sola, sino que estaba con Valentina, y ahí me di cuenta de que atrás había una historia muy maravillosa. Allí sentí que había una película, que era una historia de amor entre dos mujeres que no se victimizan, que a pesar del dolor y el sufrimiento que habían vivido cuando eran adolescentes, habían peleado para superarse, sanarse y que el amor fuera más importante que ese pasado”, contó Alberto Lecchi sobre los inicios de la película.

Alberto Lecchi, reconocido director con una destacada trayectoria, comparte su motivación para llevar a cabo esta película: mostrar la crisis interna de la Iglesia Católica y promover una reflexión sobre la necesidad de adaptarse a los cambios culturales. “No es una película en contra de la iglesia, sino que es una película en contra de un sector de la Iglesia, de algunos personajes que con hipocresía se manejan dentro de ella. Es una película necesaria para que estas cosas no queden en el olvido, para que algo cambie y que no se vuelva a repetir una historia como esta”, determinó el director.

En el reparto, Paula Sartor y Gabriela Robledo Azócar interpretan a las protagonistas, Valentina y Sandra, respectivamente, en su etapa adulta. Jacinta Torres Molina Sara Margot, encarnaron a las jóvenes Sandra y Valentina en su etapa de novicias, y Roxana Naranjo Robles fue la encargada de interpretar a Bibiana, la formadora que abusó de las jóvenes.

Paula Sator habló de su experiencia como actriz al interpretar a Valentina: “Cuando me llegó este personaje y me enteré de la historia fue un desafío muy grande porque tenía que interpretar a una persona que existe en la vida real. Tuve la suerte, de haber estado acompañada Valentina en todo el proceso de composición de ese personaje y pude agarrarme de sus vivencias y emociones para transitar todo lo que iba pasando al personaje. Cuando hay un espacio tan cuidado y con tanto respeto al momento de trabajar es más fácil hacer una historia que requiere compromiso. Ese acompañamiento hizo que el personaje, aunque sea riesgoso, se disfrute mucho. Leí el guion y el libro de Sandra y tuvimos horas de videollamadas con las dos para que conozca mucho más su historia”.

El film cuenta con participaciones especiales de destacadas figuras como Lidia CatalanoAna CelentanoValentina Frione, y Víctor Laplace, entre otros, que aportan su talento para dar vida a este relato tan impactante.

Sandra Migliore, autora del libro que inspiró la película, Raza de Víboras, memorias de una novicia, comparte su gratitud por la valentía de quienes han contribuido a contar su historia. A los dieciséis años la autora ingresó a la orden como aspirante, se consagró como monja y finalmente se retiró del claustro tras ocho años de experiencias que la marcaron a fuego. Pudo volcar esas duras pruebas y la de alguna de sus compañeras en la escritura como una manera de sanar las heridas que le dejó el paso por esa institución religiosa. Caminemos Valentina ha sido un paso crucial en el proceso de sanación y cierre de las heridas del pasado para ella y Valentina Rojas.

“Estamos felices. La película muestra la realidad y fue retratada con mucho cuidado, de una manera artística pero muy bien lograda y fiel a lo que sucedió. Realmente el trabajo que hicieron fue espectacular, en la construcción de los personajes, donde las actrices mostraron mucho interés en conocernos, tuvimos charlas larguísimas donde les contamos detalles de nuestras personalidades. Para mí, primero fue volver a un pasado que era doloroso, pero compartimos llantos, emociones y la verdad que el trabajo que hizo Paula Sator al interpretarse fue espectacular”, comentó emocionada Valentina.

Por otra parte, Sandra resaltó sobre la filmación: “El ambiente se respiró en el momento de la filmación, donde nosotras estuvimos participando en algunas instancias y fue de mucho respeto, contención, camaradería y de un compromiso por contar la historia que nos llena de orgullo. Siempre le digo a Valen: ‘caímos en buenas manos’, porque fue todo sin golpes bajos, sin morbosidad, mostraron nuestra historia, etapa de una vida que vivimos hace mucho tiempo y que reconstruimos nuestra vida desde el amor, desde el compañerismo, desde la familiaridad y desde la contención de las personas que nos quieren. Caminemos Valentina es para nosotras como si nos hubieran dado el alta médica de un proceso de sanación, de sufrimiento”.

Las ex monjas realizaron la denuncia ante el Arzobispado de Buenos Aires en el pasado, cuando monseñor Jorge Bergoglio encabezaba la institución, pero lamentablemente el caso fue archivado. La agresora se refugió en Venezuela bajo un nuevo nombre y se unió a otra congregación. A pesar de los obstáculos, Sandra y Valentina han logrado sobreponerse al dolor y han encontrado la fuerza en su unión.

Caminemos Valentina es mucho más que una película; es un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad de la Iglesia Católica en la protección de sus miembros y en la adaptación a los cambios de la sociedad. La obra de Alberto Lecchi nos invita a acercarnos a las realidades que han marcado la vida de estas dos mujeres valientes y a cuestionar aquellos conceptos y prácticas que perpetúan el silencio y la impunidad.

La historia de Sandra Migliore (57) y Valentina Rojas (52) es un testimonio de fortaleza, amor y resistencia que merece ser escuchado y reflexionado. Hoy, ellas viven en Justiniano Posse, una pequeña ciudad cordobesa de donde es Sandra y lejos de guardar rencor, creen que esta historia puede servir de ejemplo para que muchas se animen a denunciar a tiempo y para que la iglesia ponga foco en sus formadoras y cambie la manera de educar.

Foto: Prensa.

Valentina contó cómo eran las políticas que manejaba ese noviciado: “La película muestra como era imposible hablarlo entre las aspirantes, ya que no se nos permitía hablar, ni tener amistades profundas, todo el tiempo que pasabamos lo hacíamos bajo la mirada de nuestras superiores y no nos permitía tener conversaciones privadas, de hecho, había muchos horarios de silencio en la época de formación, y cuando tenías una charla se veían con alguna, compartiendo algo te llamaban a silencio”.

Con respecto a la situación legal de las denuncias, Sandra aclaró: “Desde el punto de vista canónico, las denuncias quedaron archivadas. En su momento nos propusieron hacer un sumario eclesiástico, que nunca se llevó a cabo. Las denuncias fueron presentadas tanto en Roma, como a través de los distintos arzobispos en Buenos Aires, pero quedaron en un cajón, esa es la cruda y triste realidad. En cuanto a lo penal, no pudimos avanzar porque las causas prescribieron. Lo importante es que logramos darle visibilidad a través de la denuncia y del libro y se logró una condena social, para que esto no vuelva a pasar y para que si pasa, se pueda denunciar a tiempo y que, por lo menos, no haya más encubrimiento por parte de las instituciones”.

*La película se estrenó en las salas de todo el país el jueves 14 de septiembre. Además, se reeditó el libro de Sandra Migliore, “Raza de Víboras, memorias de una novicia”, que estaba agotado, por las editoriales Palabrava y Rosas de los vientos. La nueva edición lleva el nombre de la película e incluye un apartado inicial con detalles y sensaciones de las personas que participaron de la filmación.

Fuente: Infobae

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